La Sra. Maria Helena André, nombrada recientemente Directora de la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV), desea fortalecer los servicios que ofrece su departamento a los mandantes trabajadores. La Sra. André, sindicalista y ex Ministra de Trabajo y Solidaridad Social de Portugal (2009-2011), aborda en la presente entrevista las cuestiones de la igualdad de género en el seno del movimiento sindical y expresa su opinión acerca del trabajo decente, cuya jornada se celebrará el próximo 7 de octubre.
ACTRAV INFO: El pasado 2 de septiembre asumió el cargo de
Directora de ACTRAV. ¿Qué objetivos tiene usted a la cabeza de este
departamento para respaldar a las organizaciones sindicales?
Maria Helena André: Es para mí un honor y un placer asumir la función de Directora del departamento. En ACTRAV contamos con un equipo dinámico, tanto sobre el terreno como en la sede de Ginebra, que pretende fortalecer el tripartismo en la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) y atender mejor a los mandantes trabajadores. Mi perspectiva en relación con la labor de ACTRAV es bastante sencilla. Formamos parte de la OIT y nuestros mandantes son las organizaciones sindicales que representan a los trabajadores; en este sentido, ACTRAV tiene dos objetivos.En primer lugar, colaborar de manera solidaria en la OIT para ayudar a la Oficina a elaborar y aplicar en la práctica los resultados, los convenios, las resoluciones y las recomendaciones, a los fines de ayudar a las organizaciones sindicales que se encuentran sobre el terreno. ACTRAV debe influir en la política de la OIT y de sus distintos departamentos para ofrecer una mejor reflexión sobre la causa de los trabajadores y del mundo del trabajo.En segundo lugar, están las organizaciones sindicales y los trabajadores, para quienes trabajamos sobre el terreno y con quien colaboramos. Nuestro trabajo con las organizaciones sindicales debe arrojar resultados en el marco del programa de trabajo de la OIT para prestar una mejor asistencia a los sindicatos que trabajan sobre el terreno en todo el mundo.El equipo de ACTRAV va a brindar su apoyo a la secretaría del Grupo de los Trabajadores y a los miembros del Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración para preparar mejor las reuniones del Consejo de Administración y de la Conferencia Internacional del Trabajo.
Considero que la cuestión de la aplicación de las normas internacionales del trabajo ha de ser transversal para que todo el mundo se sienta implicado. Opino que en un mundo globalizado debe existir una competencia sana que se aplique a los principios y normas internacionales del trabajo. Los sindicatos tienen una gran responsabilidad en esta labor, pues deben colaborar con los gobiernos y las organizaciones de empleadores. En este ámbito, el enfoque tripartito de la OIT es de lo más importante; por ello, a los fines de respaldar a las organizaciones sindicales, la labor de ACTRAV debe permitir la aplicación del programa de trabajo de la OIT y velar por que este programa refuerce el lugar y el papel de las organizaciones sindicales y, por ende, la defensa de los derechos de los trabajadores para instaurar más justicia social en el mundo.
ACTRAV INFO: Usted es la primera mujer nombrada en este cargo en ACTRAV. A grandes rasgos, ¿qué opinión le merece la igualdad de género en el movimiento sindical?
En primer lugar, considero que se ha hecho mucho en cuanto a la participación de las mujeres en las organizaciones sindicales. Sin embargo, creo que queda mucho por hacer, puesto que la participación de las mujeres debe ser más abierta de lo que lo es hoy. La mayoría de las organizaciones sindicales cuenta en la actualidad con un departamento sobre “mujeres”, en el que se tratan cuestiones vinculadas con las mujeres en sus lugares de trabajo; yo no defiendo dicho enfoque. Opino que es importante que se creen departamentos sobre “mujeres”, pero se impone que las cuestiones vinculadas con la igualdad no se concentren exclusivamente en el enfoque de los sexos. La igualdad debe concentrarse también en otras cuestiones importantes, como la ayuda a mujeres y hombres para que puedan atender a su estructura familiar. Por ejemplo, a día de hoy existen familias monoparentales que necesitan poder conciliar la vida familiar y las actividades profesionales. Y esto se aplica tanto a mujeres como a hombres. Por todo ello, la cuestión de la igualdad no puede tratarse únicamente en un departamento sobre “mujeres”, sino que debe integrarse en la política global de las organizaciones sindicales. A este respecto, pienso que queda una enorme tarea por realizar.
Asimismo, en muchas organizaciones sindicales las mujeres ocupan puestos directivos y de toma de decisiones. No obstante, las cuestiones relacionadas con la paridad o las cuotas de representación de las mujeres en dichas organizaciones no están suficientemente implantadas, pues las ejecutivas de algunos sindicatos están compuestas únicamente por hombres. Considero que los sindicatos no deben predicar la igualdad y no aplicarla en sus organizaciones.
Por último, opino que con la entrada masiva de las mujeres en el mercado de trabajo, los sindicatos, en tanto que interlocutores sociales, deben tener presente en las negociaciones colectivas esta diversidad en los lugares de trabajo. No obstante, para alcanzar dicho objetivo los sindicatos deben establecer más equipos mixtos compuestos por hombres y mujeres para negociar mejor con empleadores y gobiernos, y no únicamente equipos de hombres, como sigue siendo el caso en muchos países.
ACTRAV INFO: El movimiento sindical internacional celebra el día 7 de octubre la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, bajo el lema “¡Organicemos!”. Con motivo de dicha ocasión, ¿qué mensaje desea usted transmitir a las organizaciones sindicales que tienen expectativas en la OIT?
Para que las organizaciones sindicales sean fuertes, autónomas e independientes es necesario que sean representativas; en este sentido, el tema de la jornada de este año sobre la organización de los sindicatos resulta muy importante por dos motivos.
En primer lugar, porque los sindicatos necesitan ampliar sus bases de apoyo para resultar más representativos. El trabajo de apoyo a las organizaciones sindicales que efectúa la OIT por medio de ACTRAV tiene por objeto también fortalecer a dichas organizaciones para que sean más representativas y cuenten con medios técnicos para discutir con los empleadores y los gobiernos. Por consiguiente, opino que esta labor de desarrollo de los recursos de las organizaciones sindicales resulta muy importante y los sindicatos deben implicarse más en los lugares de trabajo para captar a más trabajadores. Para ello es necesario contar con nuevas estrategias de captación, distintas a las que se usaban hace 30 o 40 años. Por lo tanto, hay que pensar en los jóvenes, en las mujeres, en las minorías; para ello es necesario abrir el lenguaje y la práctica de las organizaciones sindicales. Estoy segura de que los sindicatos son conscientes de dichos desafíos y actuarán en consecuencia para atender mejor las necesidades de los trabajadores.
Asimismo, la cuestión de la organización de los sindicatos entraña también el objetivo del trabajo decente para todos. Ello supone una mejor protección social y una seguridad del empleo para todos, y en particular para los trabajadores de la economía informal. Millones de personas trabajan en la economía informal y los desafíos a la hora de sindicalizarlos, cosa que resulta indispensable para defender mejor sus derechos, son enormes. De hecho, habida cuenta de la importancia de la economía informal, el Consejo de la Administración de la OIT decidió en marzo de 2013 incluir en la 103.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo una cuestión normativa sobre la necesidad de facilitar la transición de la economía informal a la economía formal. El objetivo es facilitar la elaboración de una recomendación sobre este tema. Por consiguiente, en junio de 2014, los trabajadores, los empleadores y los gobiernos van a reflexionar juntos sobre los elementos de respuesta en el marco tripartito para facilitar la transición de la economía informal a la economía formal. A mi entender, supone el principio de un proceso que tiene por objetivo final permitir que los millones de trabajadores de la economía informal accedan a un trabajo decente.
Por último, opino que el tema de la organización de los sindicatos implica también una solidaridad reforzada dentro del movimiento sindical, sobre todo en este periodo de crisis económica y financiera que afecta principalmente a los trabajadores. Por ello, la unidad del movimiento sindical resulta indispensable, y la OIT, por medio de ACTRAV, está disponible para apoyar a los sindicatos a la hora de fortalecer el diálogo social, el tripartismo y la aplicación de las normas internacionales del Trabajo.
Maria Helena André: Es para mí un honor y un placer asumir la función de Directora del departamento. En ACTRAV contamos con un equipo dinámico, tanto sobre el terreno como en la sede de Ginebra, que pretende fortalecer el tripartismo en la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) y atender mejor a los mandantes trabajadores. Mi perspectiva en relación con la labor de ACTRAV es bastante sencilla. Formamos parte de la OIT y nuestros mandantes son las organizaciones sindicales que representan a los trabajadores; en este sentido, ACTRAV tiene dos objetivos.En primer lugar, colaborar de manera solidaria en la OIT para ayudar a la Oficina a elaborar y aplicar en la práctica los resultados, los convenios, las resoluciones y las recomendaciones, a los fines de ayudar a las organizaciones sindicales que se encuentran sobre el terreno. ACTRAV debe influir en la política de la OIT y de sus distintos departamentos para ofrecer una mejor reflexión sobre la causa de los trabajadores y del mundo del trabajo.En segundo lugar, están las organizaciones sindicales y los trabajadores, para quienes trabajamos sobre el terreno y con quien colaboramos. Nuestro trabajo con las organizaciones sindicales debe arrojar resultados en el marco del programa de trabajo de la OIT para prestar una mejor asistencia a los sindicatos que trabajan sobre el terreno en todo el mundo.El equipo de ACTRAV va a brindar su apoyo a la secretaría del Grupo de los Trabajadores y a los miembros del Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración para preparar mejor las reuniones del Consejo de Administración y de la Conferencia Internacional del Trabajo.
Considero que la cuestión de la aplicación de las normas internacionales del trabajo ha de ser transversal para que todo el mundo se sienta implicado. Opino que en un mundo globalizado debe existir una competencia sana que se aplique a los principios y normas internacionales del trabajo. Los sindicatos tienen una gran responsabilidad en esta labor, pues deben colaborar con los gobiernos y las organizaciones de empleadores. En este ámbito, el enfoque tripartito de la OIT es de lo más importante; por ello, a los fines de respaldar a las organizaciones sindicales, la labor de ACTRAV debe permitir la aplicación del programa de trabajo de la OIT y velar por que este programa refuerce el lugar y el papel de las organizaciones sindicales y, por ende, la defensa de los derechos de los trabajadores para instaurar más justicia social en el mundo.
ACTRAV INFO: Usted es la primera mujer nombrada en este cargo en ACTRAV. A grandes rasgos, ¿qué opinión le merece la igualdad de género en el movimiento sindical?
En primer lugar, considero que se ha hecho mucho en cuanto a la participación de las mujeres en las organizaciones sindicales. Sin embargo, creo que queda mucho por hacer, puesto que la participación de las mujeres debe ser más abierta de lo que lo es hoy. La mayoría de las organizaciones sindicales cuenta en la actualidad con un departamento sobre “mujeres”, en el que se tratan cuestiones vinculadas con las mujeres en sus lugares de trabajo; yo no defiendo dicho enfoque. Opino que es importante que se creen departamentos sobre “mujeres”, pero se impone que las cuestiones vinculadas con la igualdad no se concentren exclusivamente en el enfoque de los sexos. La igualdad debe concentrarse también en otras cuestiones importantes, como la ayuda a mujeres y hombres para que puedan atender a su estructura familiar. Por ejemplo, a día de hoy existen familias monoparentales que necesitan poder conciliar la vida familiar y las actividades profesionales. Y esto se aplica tanto a mujeres como a hombres. Por todo ello, la cuestión de la igualdad no puede tratarse únicamente en un departamento sobre “mujeres”, sino que debe integrarse en la política global de las organizaciones sindicales. A este respecto, pienso que queda una enorme tarea por realizar.
Asimismo, en muchas organizaciones sindicales las mujeres ocupan puestos directivos y de toma de decisiones. No obstante, las cuestiones relacionadas con la paridad o las cuotas de representación de las mujeres en dichas organizaciones no están suficientemente implantadas, pues las ejecutivas de algunos sindicatos están compuestas únicamente por hombres. Considero que los sindicatos no deben predicar la igualdad y no aplicarla en sus organizaciones.
Por último, opino que con la entrada masiva de las mujeres en el mercado de trabajo, los sindicatos, en tanto que interlocutores sociales, deben tener presente en las negociaciones colectivas esta diversidad en los lugares de trabajo. No obstante, para alcanzar dicho objetivo los sindicatos deben establecer más equipos mixtos compuestos por hombres y mujeres para negociar mejor con empleadores y gobiernos, y no únicamente equipos de hombres, como sigue siendo el caso en muchos países.
ACTRAV INFO: El movimiento sindical internacional celebra el día 7 de octubre la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, bajo el lema “¡Organicemos!”. Con motivo de dicha ocasión, ¿qué mensaje desea usted transmitir a las organizaciones sindicales que tienen expectativas en la OIT?
Para que las organizaciones sindicales sean fuertes, autónomas e independientes es necesario que sean representativas; en este sentido, el tema de la jornada de este año sobre la organización de los sindicatos resulta muy importante por dos motivos.
En primer lugar, porque los sindicatos necesitan ampliar sus bases de apoyo para resultar más representativos. El trabajo de apoyo a las organizaciones sindicales que efectúa la OIT por medio de ACTRAV tiene por objeto también fortalecer a dichas organizaciones para que sean más representativas y cuenten con medios técnicos para discutir con los empleadores y los gobiernos. Por consiguiente, opino que esta labor de desarrollo de los recursos de las organizaciones sindicales resulta muy importante y los sindicatos deben implicarse más en los lugares de trabajo para captar a más trabajadores. Para ello es necesario contar con nuevas estrategias de captación, distintas a las que se usaban hace 30 o 40 años. Por lo tanto, hay que pensar en los jóvenes, en las mujeres, en las minorías; para ello es necesario abrir el lenguaje y la práctica de las organizaciones sindicales. Estoy segura de que los sindicatos son conscientes de dichos desafíos y actuarán en consecuencia para atender mejor las necesidades de los trabajadores.
Asimismo, la cuestión de la organización de los sindicatos entraña también el objetivo del trabajo decente para todos. Ello supone una mejor protección social y una seguridad del empleo para todos, y en particular para los trabajadores de la economía informal. Millones de personas trabajan en la economía informal y los desafíos a la hora de sindicalizarlos, cosa que resulta indispensable para defender mejor sus derechos, son enormes. De hecho, habida cuenta de la importancia de la economía informal, el Consejo de la Administración de la OIT decidió en marzo de 2013 incluir en la 103.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo una cuestión normativa sobre la necesidad de facilitar la transición de la economía informal a la economía formal. El objetivo es facilitar la elaboración de una recomendación sobre este tema. Por consiguiente, en junio de 2014, los trabajadores, los empleadores y los gobiernos van a reflexionar juntos sobre los elementos de respuesta en el marco tripartito para facilitar la transición de la economía informal a la economía formal. A mi entender, supone el principio de un proceso que tiene por objetivo final permitir que los millones de trabajadores de la economía informal accedan a un trabajo decente.
Por último, opino que el tema de la organización de los sindicatos implica también una solidaridad reforzada dentro del movimiento sindical, sobre todo en este periodo de crisis económica y financiera que afecta principalmente a los trabajadores. Por ello, la unidad del movimiento sindical resulta indispensable, y la OIT, por medio de ACTRAV, está disponible para apoyar a los sindicatos a la hora de fortalecer el diálogo social, el tripartismo y la aplicación de las normas internacionales del Trabajo.
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