miércoles, 9 de octubre de 2013

Guayana hipotecada/Bauxilum se va a pique

Más que una simbiosis, las empresas estatales del aluminio en Bolívar han establecido una relación de subordinación con Glencore, el mayor comercializador de "commodities" en el mundo. Por Joseph Poliszuk

JOSEPH POLISZUK |  EL UNIVERSAL

En la práctica, las empresas estatales del aluminio en Venezuela se han convertido en una suerte de maquila de Glencore, la mayor comercializadora de materias primas en el mundo. La trasnacional de origen suizo resultó ser el principal proveedor, cliente y en ocasiones hasta prestamista, al comprar su producción a futuro a cambio de efectivo inmediato.

La industria estatal del aluminio ha llegado, en las ocasiones más extravagantes, a pagar a Glencore con insumos que le ha comprado, nada más y nada menos, que a la misma Glencore. Son escenarios de un mismo circuito en el que la trasnacional traslada bauxita y otras materias primas a Guayana y luego se las vuelve a llevar como aluminio y productos terminados.

Bauxilum, por ejemplo, por primera vez ha tenido que acudir a una empresa trasnacional para importar bauxita, el mineral primario para la fabricación de aluminio. La trajo desde Brasil, Guyana y hasta Indonesia por intermedio del trader suizo. Luego lo suministró en forma de alúmina -el precursor del aluminio- a la industria transformadora estatal, que con eso fabricó aluminio del que 30% estaba previamente reservado... para Glencore.

Es un negocio redondo para Glencore, una de las transnacionales más poderosas en el mercado de materias primas. La firma compra y vende en todo el planeta desde maíz hasta petróleo y no en vano tiene una sucursal en Ciudad Guayana, donde florece a pesar de las proclamas anticapitalistas del Socialismo del siglo XXI.

Futuro empeñado

Sólo entre 2009 y 2010 Glencore reservó cerca de un millón de toneladas de aluminio en contratos a futuro. Y aun antes de volverse proveedor, ya esos convenios generaban pérdidas millonarias al Estado venezolano.

En esa relación comercial, Bauxilum ha firmado tres contratos con Glencore desde el año 2005 y negociado tres extensiones que la comprometen hasta el año 2018. Eso sin contar otro suscrito el 30 de agosto de 2011, en el que garantizó el suministro de 1,4 millones de toneladas de bauxita a Glencore a cambio de un préstamo por 120 millones de dólares.

Ese último acuerdo fue autorizado por el entonces ministro de Industrias Básicas y Minería, José Khan, quien llegó al cargo -precisamente- por el escándalo que provocó su antecesor, Rodolfo Sanz, por esos contratos. Mientras Sanz decía que esos acuerdos eran un "vicio perverso porque terminan apoderándose de las empresas y terminan ellos haciendo lo que les da la gana" (18 de julio de 2009), en el cuarto piso del edificio de Bauxilum les colocaba su firma.

En esas compras a futuro, Glencore se aseguró todas las de ganar: en lugar de pagar los cargamentos al precio del mes inmediatamente anterior registrado en la bolsa de valores del London Metal Exchange, como se estila en todo el mundo, la República Bolivariana de Venezuela aceptó que Glencore y Noble Resources, otra trasnacional, escogieran el mejor precio -el menor- de los últimos tres meses de cada despacho.

De haberse cumplido los convenios al pie de la letra, hasta septiembre de 2013 el Estado habría dejado de percibir algo más de 10 millones de dólares -US$ 10.126.297 con exactitud- sólo por la venta de 183.600 toneladas de aluminio primario y 32.400 de cilindros que Alcasa, otra de las empresas del complejo del aluminio de la Corporación Venezolana de Guayana, se comprometió a enviar en condiciones preferenciales en un contrato firmado el 1 de diciembre de 2009.

Pero ya se ve que con Glencore se negoció mucho más que eso. Los compromisos financieros de Alcasa y Venalum con el gigante suizo -en esas condiciones- reservaron alrededor de 964.000 toneladas de aluminio, el equivalente a casi toda la producción de los últimos tres años.

Amén de quebradas, las empresas básicas del aluminio están hipotecadas con Glencore. La emergencia eléctrica de 2010 obligó a desconectar buena parte de la cadena de producción, por lo que salir de las deudas se ha hecho cada vez más complicado. La transformación de bauxita en alúmina, por ejemplo, pasó en seis años de casi 2 millones de toneladas a unas 807.000 anuales. En este marco, Bauxilum aún le debe a Glencore más de 3 millones de toneladas de alúmina, una cifra que supone entregar la totalidad de la producción actual de casi cuatro años.

 Aunque ahora los contratos están suspendidos por "razones de fuerza mayor", las empresas aún deben parte de los 540 millones de dólares de anticipo que recibieron al momento de su firma. El monto fue depositado en una cuenta offshore de las estatales en una oficina comercial del banco ruso Gazprombank en el Líbano y, según los convenios, ese "adelanto" se pagaría con descuentos de 700 dólares a cada una de las toneladas despachadas entre 2010 y 2012.

Los contratos a futuro existen en todo el mundo con cláusulas como la 11.3, que establece que si un evento impide el despacho por más de 90 días, entonces las condiciones serán extendidas por un período igual a la fecha de cesantía. Lo que no es usual, explica un comprador nacional de aluminio, es que se tenga que pagar con más 162,9 dólares por cada tonelada, un plus que pudiera interpretarse como una compensación por los intereses generados; sólo que ese excedente equivale a 30% del anticipo. Es decir, hay un elevado 20,23% anual de interés sobre saldos. "Pareciera una grosería achanchullada", señala.

Bauxilum se va a pique

Muy pocos en la industria hablan de esos contratos. Los compromisos con Glencore se hicieron tabú luego de que el presidente Hugo Chávez ideara el Plan Guayana Socialista 2009-2019, cuyo propósito era la transformación de la materia prima en Venezuela. La transición al socialismo soñaba con lograr el llamado desarrollo de aguas abajo que buscan en Guayana desde hace 60 años, pero en la realidad hoy hay más dependencia de las transnacionales.

 El caso de Bauxilum es emblemático por lo contradictorio con el discurso oficial: datos del sistema SAP de información de la empresa, un informe de auditoría de 2013 (AL-DCPM-XX/12) y los documentos de Memoria y Cuenta del Ministerio de Industrias desde 2010 a la fecha, confirman que Bauxilum se va empeñando al tiempo que Glencore se beneficia.

La crisis alimenta un círculo vicioso: ahogada en deudas y caídas de la producción, Bauxilum accede a hacer más deducciones de dólares por tonelada a cambio de dinero fresco de Glencore. La táctica le permite ganar tiempo para aplacar conflictos laborales, pero no de a gratis: Bauxilum queda comprometida para el futuro y, por tanto, queda obligada a enviar más alúmina a Glencore a cambio de menos divisas en los próximos años.

Los informes de Memoria y Cuenta que el Ministerio de Industrias ha presentado desde 2010 hasta hoy en día resultan elocuentes: las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana han disminuido su producción en la misma medida que ha crecido su relación con la trasnacional Glencore. Bauxilum, de hecho, registra una caída de 70% y hasta 80% de su capacidad instalada en cuestión de seis años.

Trasnacionales prosperan

La firma de los contratos a futuro coincidió con el inicio de una crisis en toda la cadena de producción del aluminio, que arrancó en la mina de bauxita de Los Pijiguaos, ubicada al oeste del estado Bolívar, donde en 2012 por ejemplo, llegaron a extraer apenas un cuarto de los 6 millones de toneladas que solían producir.

La sustitución de importaciones que la industria había logrado se revirtió en tan sólo cinco años. Con la tercera reserva de bauxita más grande del mundo, Bauxilum importó 1,3 millones de toneladas de bauxita a través de Glencore, provenientes de Brasil, Guyana e Indonesia.

De acuerdo con el informe de auditoría AL-DCPM-XX-12, el producto no sólo se compró con sobreprecio sino fuera de especificaciones técnicas. Para justificar el requerimiento, la gerencia adujo la desinversión en la industria y anunció vender bauxita para amortizar sus deudas con la empresa de transportación ACBL, en donde figura como accionista el representante de Glencore en Venezuela, Roberto Wellisch.

En esa transacción, Bauxilum otorgó a ACBL un cargamento de 900.000 toneladas de bauxita cotizadas a precios más de dos veces por debajo del monto por el que la empresa estatal lo había adquirido, lo que quiere decir que compró caro y revendió barato al mismo grupo de empresarios. Sólo en esa triangulación se evaporaron 47,7 millones de dólares: el documento dice que Bauxilum demandó 28,8 millones de dólares por un cargamento similar al que había adquirido por 76,5 millones.

En las últimas semanas el representante de Glencore, Roberto Wellisch, ha visitado Guayana. Se supo que pidió a Venalum retomar sus intercambios, suspendidos en marzo de 2013, pero esta vez a cambio de coque de petróleo calcinado, un insumo requerido para la fabricación de ánodos de carbón que escasea en Guayana.

Según una carta filtrada desde la propia CVG, Palmat -la representante de Glencore en el país- propuso al gerente de logística de Venalum, teniente coronel Larry Aragort, facilitar 200.000 toneladas de coque de petróleo calcinado en el puerto de la estatal -a un precio de 450 dólares por tonelada- a cambio de 1.000 toneladas de aluminio entre agosto y marzo de 2014, con las mismas condiciones del contrato de 2009. Y Venalum aceptó la oferta el 2 de agosto, según consta en la comunicación GL-155/2013.

En Guayana, no han logrado recuperarse desde que en 2009 desincorporaron varias de sus líneas para ahorrar energía eléctrica. Entonces salieron a comprar 60.000 toneladas de aluminio para pasar a ser simples revendedores.

Según el Instituto Nacional de Estadística, Venezuela sólo ha importado de Estados Unidos y Brasil 6.941 toneladas de las 115.000 toneladas de aluminio aprobadas por Chávez en el punto de cuenta N 065/ de 2010. De no haber un error, la CVG pagó más de lo que llegó. ¿A dónde fue a parar el aluminio que el Gobierno importó?
jpoliszuk@eluniversal.com

(*) Este reportaje fue parte de un proyecto del Instituto de Prensa y Sociedad investigado y publicado en simultáneo en El Universal, El Correo del Caroní y el sitio web www.armando.info

 http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/131006/guayana-hipotecada

Trabajadores de Ipostel se concentran en Centro Postal Caracas

Para hoy estaba prevista una reunión con las autoridades para fijar un cronograma de pago, sin embargo, ninguna ha llegado al lugar de encuentro.

EL UNIVERSAL
miércoles 9 de octubre de 2013  11:26 AM
Caracas.- Trabajadores de Instituto Postal Telegráfico de Venezuela (Ipostel) se mantienen concentrados en el Centro Postal Caracas, ubicado en San Martín, a la espera de una reunión que sostendrían con las autoridades por las deudas laborales que acumula la institución.

Cesar Roa, portavoz de los trabajadores del estado Sucre, manifestó que la reunión fue acordada hace dos semanas para las 9:00 de la mañana, sin embargo, no ha llegado ningún funcionario del Ministerio de Ciencia y Tecnología ni el presidente de Ipostel. El encuentro serviría para fijar un cronograma de pago de los reclamos laborales.

Los trabajadores reclaman el pago de prestaciones sociales desde 2007. Según Roa, el viernes pasado se canceló un año de fideicomiso pero no abarcó a todos los trabajadores.

De no recibir una respuesta hoy, Roa advirtió que radicalizarán la protesta.
 

 

Paradas plantas de Monaca en Valencia

ENTORNOINTELIGENTE.COM / La producción de harinas −industriales y domésticas− de las dos plantas de Puerto Cabello, adscritas a la empresa Monaca C.A. , está en cero. Así lo informó Gabriel Alfonso, secretario de organización del Sindicato de Profesionales de Trabajadores de la Harina de Puerto Cabello, perteneciente a Monaca, C.A., industria subsidiaria la transnacional mexicana Bruma. 

Alfonso indicó que desde agosto de este año le fueron bloqueados los sueldos a 258 trabajadores fijos y a 60 tercerizados. Señaló, durante una protesta que efectuaron ayer en las puertas del Ministerio del Trabajo, que el 30 de agosto de 2013 introdujeron un reclamo colectivo por los sueldos y demás beneficios contractuales retenidos. "Creemos que hay alguien en la empresa haciendo una especie de saboteo alimenticio. No se justifica que cierren la compañía para ejecutar un plan de fumigación y retengan luego nuestros salarios. Desde agosto las dos plantas de Puerto Cabello están paradas y se están dejando de sacar 12 mil toneladas de harinas industriales y domésticas. Entre los afectados está Robin Hood y algunas galleteras nacionales. Además, desde julio de 2102 hemos alertado que Monaca, en general, está por debajo de la producción nacional, aproximadamente 45 por ciento. Pero a la fecha nadie nos ha dado respuestas". 

Alfonso, en su calidad de líder sindical, denunció además que funcionarios administrativos tienen bloqueado el proyecto de la convención colectiva y un pliego de peticiones de 2010."En el Registro de Organizaciones Sindicales, en Caracas, nos tienen parado el proceso de legitimación de elecciones del Tribunal Disciplinario. Estábamos vencidos y fuimos a comicios internos, como es lo legal. Pero declararon improcedente el acto y aunque hemos apelado esa decisión, no ha habido un pronunciamiento oportuno. Ahora la empresa abandonó las áreas administrativas y a esta fecha estamos sin cobrar cesta tickets, útiles y bonos de producción. Repito que esto es un acto de saboteo y lo refuerzan cortándonos los salarios", aseveró. 

Durante la protesta de ayer esperaban que los funcionarios del Ministerio del Trabajo recibieran a una comisión para llegar a un posible acuerdo. Pero la oferta puertas adentro, según indicó Alfonso, fue pautar una reunión para le miércoles 9 de los corrientes. www.entornointeligente.com

FVM:Docentes cobrarán reivindicaciones de contrato colectivo


FVM: Antes del 30 de octubre docentes cobrarán reivindicaciones de contrato colectivo

La Federación Venezolana de Maestros informó que este lunes se logró la firma del contrato de la convención colectiva en la que se logró un 98% de incremento salarial integral para los docentes. "Esperábamos mucho más, un 120% pero debemos reconocer que hay avances en esta nueva convención colectiva", dijo.

Orlando Alzúru, presidente de la Federación Venezolana de Maestros, sostuvo que se logró firmar un contrato que contienen un aumento salarial del 98% en cuatro tramos. Se trata de la séptima convención del contrato colectivo celebrada que se logró con el ministerio de Educación. "Para el mes de noviembre o finales de octubre, los educadores de acuerdo a lo informado por el director de recursos humanos del ministerio de Educación, podrían estar cobrando las reivindicaciones de este contrato antes del 30 del mes de octubre", dijo.

Alzúru señaló que el contrato colectivo establece 16 cláusulas en las que también se benefician los docentes jubilados: "Todo lo que se consiguió en este contrato los jubilados lo van a tener".

El licenciado explicó que el contrato colectivo tiene cláusulas novedosas. Una de ellas es la de la póliza de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM) que antes era de 20 millones y aumentó a 50 millones de bolívares fuertes lo que se define en un aumento mayor a 100%.

También se lograron dos bonos, uno de ellos es el bono navideño aparte del aguinaldo. "Ese bono navideño está en 2.500 bolívares cobrarán los docentes en esta primera etapa y 2.500 bolívares en 2014", dijo.

Además se logró un bono de Semana Santa que oscilará alrededor de los 2.000 bolívares y de 2.500 bolívares fuertes en 2014. Se aumentron además las primas de jerarquías.

Entre tanto la prima de educación especial de 80 bolívares que tenían pasa a 800 bolívares fuertes en el próximo mes.

Vea a continuación el tabulador de cómo quedaron los salarios de los docentes:
Docente 1   De 2.811,39  -  4.912,23 bolívares fuertes Docente 2  De 2.895 - 5.103,60 bolívares fuertes Docente 3  De 3.014,54 - 5.410 bolívares fuertes Docente 4  De 3.133 - 5655,66 bolívares fuertes Docente 5  De 3.608,87 - 6.458,85 bolívares fuertes Docente 6  Pasará a ganar 7. 430,52 bolívares fuertes 
Video:

SIDOR: Finalizó paralización de actividades de Sidor

El presidente de Sidor, Javier Sarmientos y el vicepresidente de la CVG; Sadner Guzmán Silva, se aprobaron ocho de las exigencias de la masa laboral .Rafael Martínez G.


Caracas.- Tras 22 días de paralización, el conflicto que mantuvo inoperativa a la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor) llegó a su fin. Luego de una reunión entre miembros del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Sutiss); el presidente de la CVG; Carlos Osorio; el presidente de Sidor, Javier Sarmientos y el vicepresidente de la CVG; Sadner Guzmán Silva, se aprobaron ocho de las exigencias de la masa laboral.   

Se acordó el pago de Bs 40 mil que solicitaban los trabajadores como anticipo por lo que han dejado de percibir. La suma será cancelada de manera fraccionada: una primera parte de Bs 25 mil que se hará el 31 de octubre y Bs 15 mil restantes el 16 de diciembre. 
  
Más temprano, en horas de la mañana, se registró un episodio de violencia en el portón 3 de Sidor. El secretario de Prensa y Propaganda de Sutiss y otro dirigente sindical resultaron lastimados durante un enfrentamiento entre dos grupos de trabajadores, cuando uno de ellos intentó obligar a los obreros en huelga a retomar las operaciones. 

Rectificación

La paralización de las labores de Sidor por  los empleados fue motivado por “la violación del contrato colectivo desde 2008 hasta 2013”. Así lo expresó Daniel Romero, representante del Sutiss. En mobre de los trabajadores, hizo un llamado al presidente Nicolás Maduro  para que deje de escuchar a “sindicalistas fracasados”, y se aboque a atender las demandas de los obreros.   

Romero aseguró estar convencido de que el jefe de Estado “se va a dirigir hasta Guayana a escuchar los planteamientos de los trabajadores de base”. Esto en respuesta a las declaraciones que hiciera el primer mandatario el pasado 5 de octubre, de que la protesta era dirigida por “irracionales demagogos”, a quienes pidió se lleven ante tribunales.

“Maduro nos llamó narcosindicalistas facinerosos y amenazó con venir a romper la huelga junto con otros obreros, pero la gente sabe que el Gobierno es el único culpable ”.   
Aseguró que el dinero que  les adeudan a los trabajadores es mayor a la cifra dicha por el primer mandatario: $80 mil.