Por Héctor Lucena
Entre el 30 de noviembre y el dos de diciembre se realizó el congreso constitutivo de la Central de Trabajadores Alianza Sindical Independiente, con más de cuatrocientos delegados. El congreso se venía preparando detenidamente desde hace varios meses, pero esta corriente creada como una organización no gubernamental en el 2002, había venido activando en el movimiento de los trabajadores, hasta que alcanzo un desarrollo suficiente para plantearse la creación de esta nueva central.
Uno de sus postulados es la autonomía con respecto al gobierno, partidos y empresas. Elemental principio de las organizaciones sindicales, que históricamente ha sido olvidado en muchas organizaciones sindicales, especialmente la tutela desde el gobierno. En los años recientes, recordamos un planteamiento desde el más alto nivel de la revolución bolivariana, que planteaba “para qué autonomía, si el gobierno era de los trabajadores”. Pregunta que en el fondo ponía en riesgo la existencia misma de la organización de los trabajadores en su condición de asalariados dependientes.
Sobre la autonomía de las organizaciones sindicales y las opciones electorales, el representante del Departamento de Relaciones Internacionales de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo -CFDT-, Mariano Fandos, presente como invitado internacional en el congreso constitutivo, en su breve intervención a la Asamblea se refirió a esta autonomía, comentando cómo su organización sindical se relacionaba con las diversas alternativas electorales propias de una democracia. El asunto interesó, porque justamente el país estaba inmerso en una campaña electoral parlamentaria, que por la crisis política venezolana, había trascendido este carácter y se constituyo en un plebiscito al ejercicio de la presidencia de N Maduro, e incluso en un juicio a la manera de gobernar.
Esta central francesa, cuyo nacimiento se remonta a 1919, tiene en sus postulados el siguiente principio “La democracia y la República son de nuestra propiedad común. Libertad, Igualdad, Fraternidad son los valores que nos permitan vivir juntos más allá de nuestras opiniones, diferentes creencias y procedencias. El papel de un sindicato es, sobre todo, para defender a los trabajadores, pero estamos todos y de todo, para los ciudadanos; también, la acción de la CFDT debe contribuir al interés general.”
Este principio lo materializa la CFDT, evitándose apoyar a candidato alguno a las funciones públicas. ¿Qué hace la central al respecto? Elabora un cuestionario, lo envía a los candidatos y luego publica la respuestas recibidas. Finalmente, los propios trabajadores eligen sus candidatos con autonomía. Hay una sola excepción en cuanto al envío del cuestionario, no se le envía al Partido Frente Nacional, partido de inclinación fascista, la extrema derecha.
Por su parte, el movimiento sindical uruguayo, que en América Latina goza de un alto prestigio por sus valores y nivel organizativo, manifiesta su autonomía con su frase “Somos independientes, pero no indiferentes”, lo expresaba Victor Baez, el Secretario General de la Confederación Sindical de las Américas -CSA-, institución que brindaba su apoyo a la naciente Central de Trabajadores ASI Venezuela, ya que desde hace varios años como corriente sindical la Alianza Sindical Independiente -ASI- ha venido formando parte de la CSA.
Hay que recordar que esta corriente -ASI-, llevaba ya cerca de tres lustros actuando en el medio sindical nacional, y en los últimos dos años expresaba públicamente su propósito de constituirse en una central sindical, y por ello organiza e instala su congreso constitutivo de estos días. Conviene destacar que en el seno de la CSA, el ejercicio de la representación sindical venezolana también lo ha venido ejerciendo la Confederación de Trabajadores de Venezuela-CTV- , ya que para el momento que hubo la fusión de las centrales regionales Organización Regional Interamericana de Trabajadores -ORIT- y la Central Latinoamericana de Trabajadores -CLAT-, lo que dio nacimiento a la CSA, la organización CTV aún conservaba una importante población de afiliados, pero que con el tiempo no se ha expandido, en cambio en el país ha habido la emergencia de otras corrientes como ASI.
La central ASI organiza su congreso constitutivo con cuatro federaciones nacionales, cuatro sindicatos nacionales, poco más de 200 sindicatos, todo ello afilia a más de 420.000 trabajadores. Sus planteamientos centrales y tesis sobre los aspectos fundamentales para los trabajadores le dan una especial relevancia a la autonomía de los trabajadores y sus organizaciones. En lo que todos exteriorizan su identidad es en la defensa de la clase trabajadora.
En esta materia de la autonomía de los trabajadores en sus posturas como ciudadanos con intereses y preocupaciones políticas, en nuestro país hemos de vencer una cultura de dominación que ejercen desde los gobiernos y patronos estatales y privados.
Es propio del desarrollo político y social, que los partidos hagan dentro de los marcos constitucionales y legales, y en un ambiente de paz y respeto a las ideas y posiciones de los demás, sus campañas y el proselitismo para captar afiliados, para acrecentar su caudal de votantes y ganar posiciones en las elecciones. Pero absolutamente no lo es, cuando se use el poder patronal o el mismo sindical sobre los trabajadores al servicio de instituciones privadas y/o publicas para condicionar el empleo, la estabilidad, el progreso y la tranquilidad de quién cumple sus funciones.
Bienvenida una central sindical que tenga este principio y esta práctica. Se trata de una organización que se aspira fortalezca el accionar del movimiento de los trabajadores y la propia civilidad del país.
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